Cuéntenos un poquito de usted

Nací en Boston, Massachusetts y crecí en Concord, New Hampshire. Pasé 10 años en la Universidad de Vermont en donde hice mis estudios de grado y de medicina. En el 2006, me moví a Rhode Island para hacer mi residencia en medicina interna y un internado en enfermedades infecciosas. Me enamoré de Rhode Island y he vivido aquí desde entonces. Actualmente soy catedrático asociado en la Facultad de Medicina y la Escuela de Salud Pública de la Universidad Brown y soy médico de enfermedades infecciosas. Soy jefe médico de Open Door Health, la única clínica en el estado con base en la comunidad LGBTQ+. Además, soy Director Médico Asesor para el Departamento de Salud de Rhode Island y ayudé en los esfuerzos a nivel estatal para abordar temas relacionados al COVID-19 durante la pandemia con un grupo de increíbles y dedicados individuos interesados en la salud pública.

¿Por qué decidió dedicarse a la medicina?

Creo que me es increíblemente satisfactorio hacer una diferencia sustancial en la vida de mis pacientes y las personas a las que cuido. Para mí, ser médico requiere de mucha compasión y bondad. Creo que la relación médico-paciente es realmente especial y me encanta que mi participación tenga un significado. Lo que ha sido realmente satisfactorio de trabajar en el ámbito de la salud pública es que soy un “médico para el público” y espero que mi participación haga la diferencia hacia algo mejor.

¿Cuál ha sido el mejor consejo que alguien le haya dado y quién se lo dio?

Uno de los mejores consejos que he oído y uno que con frecuencia menciono a mis alumnos es “maten de bondad a la gente.” Este consejo me lo dio uno de mis mentores en la Universidad Brown, el Dr. Timothy Flanigan. Me lo tomé muy a pecho, y creo que ha sido muy importante, especialmente durante la pandemia del COVID-19 cuando todos han estado con los nervios de punta y las personas pueden frustrarse y molestarse fácilmente. ¡Creo que nunca se puede demostrar suficiente bondad!

Usted ha estado presente en la pandemia del COVID-19 desde sus inicios. ¿Cuáles son las mejores lecciones que se han aprendido?

Se han aprendido tantas lecciones durante la pandemia. Desde la perspectiva de la salud pública, hemos aprendido mucho del COVID-19 y cómo la infección se propaga. Las vacunas del mARN fueron revolucionarias, así como los medicamentos que se usaron para tratar el COVID-19. ¡Esperamos que algunos de estos avances también se puedan utilizar en otras áreas! A otro nivel, pienso que todos los que trabajamos en el área de la salud pública hemos aprendido a pensar un poquito más ampliamente y desde otras perspectivas. Por ejemplo, al comienzo de la pandemia, tuvimos reglas muy estrictas de medidas para “quedarse en casa.” Mientras que enfoques como estos pudieron haber prevenido la transmisión del COVID-19, éstos tuvieron consecuencias considerables en la economía, la educación, y la salud mental. Ha habido tantas situaciones difíciles en donde nuestros líderes estatales han tenido que tomar decisiones casi imposibles. En general, me he sentido orgulloso de cómo nuestros líderes estatales han respondido durante la pandemia, y también estoy orgulloso de cómo nuestro Estado ha aunado sus esfuerzos. ¡Ha sido sorprendente ver tal cooperación en todos los niveles del gobierno estatal y los diferentes sectores!

¿Cuál ha sido la situación o situaciones de más reto para usted durante la pandemia del COVID-19?

Creo que ha habido muchas situaciones de reto durante la pandemia del COVID-19. Algunas de las más difíciles con las que hemos tenido que lidiar en el área de la salud pública incluyeron los asilos de personas de la tercera edad, en donde las muertes durante el brote ocurrieron hasta en un 30% de los residentes. Actualmente, la situación de más reto es hablar sobre la gran cantidad de mala información sobre el COVID-19. Es de suma preocupación que algunas personas están basando sus decisiones de salud en tal información. Debemos hacer más énfasis en la ciencia. Las personas también necesitan darse cuenta que, con el tiempo la ciencia evoluciona y que algunas veces nuestro conocimiento sobre un tema, pudiera cambiar. Sin embargo, puede estar seguro que el último lugar en donde uno debe obtener información sobre su salud es Facebook o TikTok.

¿Qué puede el Estado – y el país – hacer para prepararse mejor para la próxima pandemia, que los expertos dicen es una certeza, aunque el cuándo y el origen todavía no se sepan?

No cabe duda que eventualmente veremos otra pandemia. Ya hemos visto dos en los últimos años (ejemplo: COVID-19 y la viruela del mono). La manera en la que el mundo está tan íntimamente conectado asegura que lo que ocurre en una parte del mundo, probablemente ocurra aquí en los Estados Unidos y en Rhode Island. Hay varias cosas que necesitamos hacer de acuerdo a las lecciones que hemos aprendido de la pandemia del COVID-19. Necesitamos un “sistema de vigilancia” más fuerte, que sea capaz de detectar estas amenazas tan pronto como sea posible, así como desarrollar exámenes en un tiempo prudencial. Durante el comienzo de la pandemia del COVID-19, fue imposible encontrar un examen. También necesitamos considerar responder en un tiempo prudencial. Cerramos nuestras fronteras demasiado tarde cuando el COVID-19 comenzó a propagarse. Es importante asimismo que invirtamos tanto en la salud pública como en la infraestructura clínica. Tanto los cuidados de salud como la salud pública no cuentan con suficiente personal y se encuentran agobiados. Es crítico invertir en esta infraestructura para poder, de forma eficiente, responder cuando ocurra otra pandemia.

Muchos de nosotros le conocimos durante la pandemia del COVID-19. ¿Qué hacía antes del COVID-19? ¿Qué está haciendo ahora?

En mi papel de médico de salud pública, una de mis áreas de enfoque ha sido tratar el VIH y otras enfermedades de transmisión sexual (EsTS), así como la hepatitis C. Estas infecciones afectan a muchas personas en Rhode Island. En el 2020, me asocié con mi colega, la Dra. Amy Nunn del Instituto de Salud Pública en Rhode Island (RIPHI, por sus siglas en inglés), para abrir Open Door Health, la primera clínica comunitaria de LGBTQ+ del Estado. Actualmente, veo pacientes allí junto con un increíble grupo de empleados, que incluye a la administradora de la clínica, Michaela Maynard. Proveemos cuidados primarios, cuidados por razón de género, tratamientos de VIH, profilaxis antes de estar expuesto (PrEP, por sus siglas en inglés) para prevenir el VIH, tratamiento para la hepatitis C, y exámenes para ITS. Consulte este sitio en la red: odhpvd.org.

¿Cuál considera que es el tópico principal de salud pública en el estado de Rhode Island?

Tanto la salud pública como los cuidados de salud en general ya eran críticos antes de la pandemia del COVID-19, y han estado en una situación más crítica desde entonces. Quiero reconocer todo el arduo trabajo de mis colegas que laboran en salud pública y cuidados de salud. Creo que una de las mayores prioridades para el Estado debería ser trabajar para estabilizar y construir nuestra infraestructura de salud pública y cuidados de salud. También hay muchos otros tópicos de salud pública que merecen gran atención. La salud mental y el uso de sustancias se han agravado por la pandemia del COVID-19. La hepatitis C (que se transmite por contacto con la sangre) y las enfermedades de transmisión sexual (EsTS) continúan aumentando. Existen iniciativas y colaboraciones en desarrollo en todo Rhode Island para tratar estos tópicos, los que necesitarán atención oportuna y recursos para revertir los aumentos actuales.

¿Qué pudieran hacer los habitantes de Rhode Island sobre estos tópicos?

Muchos de estos tópicos pueden ser delicados. Los habitantes de Rhode Island deberían consultar con sus médicos de cabecera cualquier duda que pudieran tener. Algunos recursos e información incluyen:

Hepatitis C: las personas deberían hacerse un examen para detectar el virus de la hepatitis C por lo menos una vez en su vida. La hepatitis C generalmente se transmite por medio de la sangre y muchas personas no podrían saber si están infectadas debido a haber estado expuestas por medio de cuidados médicos rutinarios antes de que fuera rutina analizar el suministro de sangre. También corren riesgo las personas que se inyectan drogas o usan cocaína por la nariz.

VIH e IsTS: las personas deberían también hacerse un examen de VIH una vez en su vida. Las personas jóvenes pudieran tener un mayor riesgo de contraer IsTS y deberían hacerse un examen si están activos sexualmente. Para aquéllos que pudieran correr un mayor riesgo de contraer el VIH, profilaxis previa a estar expuesto (PrEP, por sus siglas en inglés), hay una pastilla diaria que pueden tomar para prevenir la infección.

Abuso de sustancias: la adicción es una enfermedad poderosa. Estamos viendo una alta incidencia de abuso de sustancias, sobredosis, y muertes debido a los opiáceos. Las personas que buscan tratamiento pueden encontrar ayuda aquí: health.ri.gov/addiction.

Salud mental: las enfermedades de salud mental eran un problema antes del COVID-19 y empeoraron increíblemente durante la pandemia. Las personas que buscan ayuda pueden encontrar algunos recursos aquí: bhddh.ri.gov/mental-health/individual-and-family-information/where-get-help

¿Qué consejo en general tiene para los habitantes de Rhode Island?

Quiero agradecer a los habitantes de Rhode Island por su paciencia y resistencia durante la pandemia del COVID-19. Creo que es crítico para todos que trabajemos de manera productiva para tratar tópicos de salud pública que nos preocupan. Deberíamos continuar basando nuestras decisiones en la ciencia y la evidencia, y continuar nuestras investigaciones para contestar las preguntas que actualmente no tienen respuesta y las preguntas que irán surgiendo. Sobre todo, debemos continuar mostrando respeto y bondad hacia los que nos rodean, ¡aún cuando no estemos de acuerdo!

Por último, ¿Qué le gusta hacer aparte de trabajar en salud pública y en medicina?

Disfruto hacer ejercicio (por ejemplo: correr y montar bicicleta) y estar al aire libre. Me gusta esquiar colina abajo y el año pasado, ¡hasta tomé clases de cómo esquiar “colina arriba”! También me encanta leer y colecciono libros antiguos de medicina. También he viajado por el mundo, para incluso dar tratamiento médico en muchos lugares de recursos limitados. Me hace recordar que, a pesar de los retos en nuestro país, ¡en general, nuestra vida aquí es bastante buena!